01 diciembre 2011

ESCAPADA NOCTURNA. CAPÍTULO 7.

Volví a mi habitación, con mucha precaución para que no me viera nadie. Lucy estaba sentada en mi cama.
-¿Qué haces aquí?- era casi la hora de desayunar, y Lucy aún tenía el pijama.- Siento haberme ido de tu habitación sin decirte nada, pero no te vas a creer a quién he conocido.- en ese momento me di cuenta del semblante preocupado de Lucy.
-Cristina, la directora te está buscando. Te ha visto esta mañana yendo al jardín con Julian, y además con el pijama puesto. Me ha dicho que quiere hablar contigo.- Eso era una noticia bastante preocupante.
-¡No puede ser! ¡Si no había nadie en recepción!- la cabeza me daba vueltas.
-Pero yo no estaba en recepción, sino en el pasillo de la habitación de Lucy.- dijo la directora, entrando de repente en la habitación.- estaba preocupada por ella, y salí varias veces de mi dormitorio para percatarme de que no volvía a tener malos sueños. En una de esas salidas, te vi a ti y al artista que actuó anoche salir de la habitación. Os seguí hasta que os adentrasteis en el jardín del hotel.
-¡Oh, no! Esto es un malentendido.- se me ocurrió algo al instante.- Ayer le pedí a Julian que cuando tuviera una nueva canción, me la enseñara. La compuso esta noche, pero como no podía esperar hasta más tarde, esta mañana me la cantó. Fuimos al jardín porque Julian no quería despertar a nadie tan temprano, cantándome la canción en una habitación del hotel.- Le mostré a la directora una sonrisa inocente, para hacer más creíble la historia. Me di cuenta de que Lucy me miraba perpleja, con la boca abierta. Le supliqué con la mirada que me ayudara.
-Oh, sí directora.-comenzó Lucy sin saber muy bien cómo continuar.- Sí, se lo dijo.- ahora era yo la que estaba perpleja. ¿Eso se podía llamar ayuda?
-¿Quién dijo qué?- la directora no entendía nada.
-Yo estaba con Cristina cuando le dijo a Julian lo de la canción.- por fin se le había ocurrido algo.- Pero no le he dicho nada de esto, señora, porque no sabía que habían ido al jardín por ese motivo. Bueno, eso es todo.- noté que Lucy estaba bastante nerviosa. Sabía que mentir no era agradable.
-De todos modos, no se puede salir de la habitación hasta la hora del desayuno. Esta noche no saldrás a ningún lado.- eso fue para mí como si explotara una bomba.
-Pero...- comencé a decir.
-Me da igual lo que digas. Esta noche no estaré en el hotel, pero les comunicaré a los profesores tu castigo, para que tengan vigilada la entrada del hotel. Hoy no saldrás de aquí.- cuando acabó de destrozarme por completo con esas últimas palabras, salió de la habitación.
-Cristina, ¡qué lástima!- entonces Lucy me recordó la otra razón por la que era un fastidio que me hubieran castigado.- Esta noche se va Julian y no vas a poder despedirte de él.
-Tengo que pensar en algo para salir esta noche de aquí.- no podía dejar a Julian irse del hotel sin antes despedirme de él, pero sobretodo, no podía faltar a la cita que tenía con Dhani.
-¡Eh! ¡Espera! ¿Se puede saber que estás diciendo?- Lucy me cogió de los hombros.- Hoy te han castigado, pero como te pases de la raya, te pueden expulsar, ¿sabes?
-Lo siento, pero Dhani Harrison me ha invitado al baile, y esta noche voy a bailar con Dhani cueste lo que cueste.
-Bueno, pues esta noche no me separaré de ti. No pienso dejar que cometas una imprudencia.- me miraba muy seria. Sabía que lo decía en serio.
Fuimos a desayunar, y estuve hasta la hora de comer pensando en cómo escapar del hotel sin que me vieran, pero sin resultado alguno.
-Cristina, no te canses.- dijo Lucy cuando íbamos a comer.- La puerta de entrada está vigilada. La única forma de salir sería que saltaras por la ventana, y si lo hicieras, te matarías.
-¡Lucy, me acabas de dar una idea!- su cara palideció.
-No estarás pensando en...
-Tranquila, Lucy. No me va a pasar nada.- me levanté de la mesa.- Me voy a mi habitación, de la que supuestamente no puedo salir.
Dejé a Lucy sola en la mesa y con la cara desencajada. Ella creía que lo que iba a hacer era un acto suicida, pero en realidad no era tan arriesgado.
Cuando llegué a la habitación, llamé a recepción por teléfono.
-Hola. ¿Pueden ponerme con el ocupante de la habitación 34?- necesitaba hablar con Julian, pero no podían verme fuera de la habitación si no quería tener más problemas.
-¿Sí?- reconocí la voz en cuanto la oí.
-Cristina, siento mucho lo que ha pasado. Debería haber esperado a que fuera más tarde.- Julian ya estaba en mi habitación, muy nervioso.
-Julian, tranquilo. No tienes que pedirme perdón por nada.- le di un abrazo, para intentar tranquilizarlo.- Además, esta noche voy a salir. Tengo una idea. Voy a salir por la ventana.
-¿Te has vuelto loca? ¡Podrías matarte!
-Tranquilo. Voy a bajar atada a una sábana. Necesito que tú me ayudes, por favor. Dhani me ha invitado al baile esta noche. Por favor...
-Está bien...- dijo Julian resignado.- ¿Qué tengo que hacer?
-Es muy fácil. Tienes que pasar la sábana a la habitación cuando ya haya bajado y avisar a Dhani de que no voy a esperarle en recepción, sino en el edificio en el que se celebra el baile.
En cuanto Julian se fue empecé a arreglarme. Le expliqué a Lucy mi plan y, aunque no muy convencida, accedió a dejarme escapar.
-¡Ay, Lucy! ¡Me haces daño!- me estaba atando la sábana a la cintura demasiado fuerte.
-Tiene que atártela fuerte para que no se suelte. No quiero que te pase nada malo.-dijo Julian, que acababa de entrar.- Ya le he dicho a Dhani lo que tenía que decirle. Por cierto, estás guapísima.
-Gracias, Julian.- me di cuenta de que Lucy no paraba de mirarlo de reojo. Me hizo gracia, pero era algo normal. Se trataba de Julian Lennon.
-Ya está.- dijo Lucy, resignada a verme escapar por la ventana. Entonces me abrazó.- Cristina, ten mucho, mucho cuidado.
-Tranquila. Por cierto, muchas gracias, Julian.- me puse de pie en el alfeizar de la ventana.- Nunca me olvidaré de ti.
-Yo tampoco. Sería imposible olvidarme de ti, de la chica con la camiseta de Abbey Road.- estuve a punto de resbalarme en ese momento.
-¡Cristina!- gritó Lucy con cara de preocupación.
Julian se acercó a mí y sujetó la sábana con fuerza, para que no me cayera.
-Adios.- me susurró al oído.
Empecé a descender con cuidado por la pared. Estaba altísimo, pero intenté no ponerme nerviosa. Al rato ya me encontraba en el suelo, y pude quitarme la sábana que me aprisionaba la cintura.
No podía quedarme allí más tiempo por si venía algún profesor, así que empecé a correr hacia el edificio en el que estaba el baile. Lo reconocí en cuanto lo vi. Era ÉL. Era DHANI.